sábado, 10 de diciembre de 2011

7/12/2011 Por fin he conocido el mercado, y tengo más picaduras de lo habitual… ¿casualidad? No lo creo

Finalmente falló de nuevo el profesor hasta el martes por la tarde y tuve que cubrir sus horas. Como dije aquí la gente no tiene tanta malicia y se les ve transparentes, pero no tienen un pelo de tontos (que este viene de la ciudad y está mas espabiladillo). Pero como Alvaro, uno de los voluntarios, se tiene que volver a España porque no le han extendido el visado ha decidido hacer unas comprillas en el mercado y en la tienda donde se venden la ropa que hacen los estudiantes y profesores del módulo de moda (que los beneficios van para financiar la escuela primaria). El mercado, es como un mercadillo normal pero en plan caos. Algunas calles están definidas, luego los puestos (que son en el suelo, aquí no tenemos esos lujos de mesas) tienen pequeños toldos a la altura de mis hombros, con los que casi me quedo sin cabeza, y venden cosas tan elaboradas como jarrones para servir el café y cuencos para las brasas que queman el incienso(ambos para realizar la ceremonia del café… espero poder ser invitado a alguna antes de irme) y cosas tan simples como latas y botes de plástico encontrados en la basura, que venden para que la gente pueda transportar líquidos. También se pueden encontrar cuchillos hechos a mano con diferentes materiales (aquí se recicla todo lo que se puede), ropa y calzado de imitación o sin imitación que probablemente no pase los controles de calidad de ningún país desarrollado y se trae aquí, verduras que aunque no parecen muy limpias son mas naturales que lo que podemos encontrar en Europa en general, y grano (maíz y trigo, hasta los salvados venden). El burro-parking hace honor a su nombre, pero aunque cabía esperar que los carros y los burros estarían en el parking, no es así porque también circulan por las que hemos denominado calles del mercado. Todo esto mezclado con tierra/arena que se levanta por el aire y que te deja ciego… ambientazo asegurado.

Tras las compras nos vamos de nuevo al Right café a tomarnos un macrozumo/puré de frutas donde me encuentro sorprendentemente con el desaparecido profesor. Tengo la tarde libre J

Por la noche llegan entre otros, la chica que ha venido por 3 semanas y un reportero que viene también de voluntario unas semanas y hará un reportaje de las misiones de las monjas. Ahora ya hay mas vidilla y cenamos todos juntos, hermanas incluidas, pizza casera de cebolla que ha hecho sister Anita (esta mujer cocina cada vez mejor).

El miercoles ha sido mas tranquilo, pero el reportero ha estado grabando el kindergarden por la mañana, y por la tarde toca el College, y a algunos profesores nos filma trabajando (creo que mañana grabara parte de una clase, veremos a ver). Como también quieren grabar en un poblado irán varios, y Nieves me ha dicho que puedo ir si le cambio alguna clase al profe desaparecido, que como me debe muchas horas no le he dejado que me ponga problemas. Por cierto, destacar que el hombrecillo se me ha puesto a rezar a las 18.30h en la sala de profesores porque no había podido ir a la mezquita. Él es musulmán, y ya le han pedido que no rece ahí (ya que se le han cambiado las clases para que tuviera libre para ir a la mezquita), pero mira, parece que no le importa demasiado, o que tiene un despiste con sus horas de rezar. El caso es que le veo que se pone a extender unos papeles junto a la pared, y como a mí nunca me había pasado esto, pues nada, me quedo mirando y me dice que si no me importa, que no le había dado tiempo… nada, nada… por mí que no se corte, al menos así aprendo algo nuevo, aunque si sigue así no creo que a las monjas les haga mucha gracia (sobre todo porque hay más alumnos musulmanes y ninguno se pone a rezar a las horas de clase, y es o todos o ninguno).

El caso es que aquí el tema de las religiones es así, hoy también he hablado con los profesores y la mayoría son ortodoxos, hay un protestante, católicos… vamos que hay un pupurrí que menos mal que se llevan todos bien, aunque a veces en algunas discusiones se pican entre ellos.

Hablando de picores, estoy notando picazones con picaduras sospechosas en la pierna, y yo me pregunto, ¿será un mosquito aventurero con un casco de linterna en plan minero? Lo digo porque se ha tenido que meter por el pantalón ¿tendrá que ver con el paseo por el mercado y las pulgas que deambulan por allí? ¿Si es una pulga, se me habrá quedado entre las sábanas? ¿Tendré que fumigarme a mí mismo como si fuera una planta? Lo sabremos en próximos capítulos. Por lo pronto espero mañana poder ir a un poblado y ver otra faceta de la vida en Etiopía, aunque nos han dado una noticia que ya me dice algo más de la otra cara de Etiopía: han encontrado un niño abandonado cerca de la puerta de la misión. El niño tan solo tiene dos meses y no parece estar en mal estado, pero estaba un poco frío. Le han preparado un biberón, lo han tapado y han avisado a la policía. Mañana lo llevarán a un centro que han creado para este tipo de casos (creo que son americanos) y ver si lo llevan a un orfanato si no encuentran a su familia … esperemos que le vaya bien.

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