lunes, 12 de diciembre de 2011

11/12/2011 Despedida a lo grande de los peques de la misión

El fin de semana ha traído como destacable el Bokolo y la despedida de los niños de la misión que en unos días se los llevan a un orfanato para adopción y ya no los volveremos a ver.
El sábado fue el Bokolo, que es la entrega de maíz a aquellas familias que son más pobres y que se hace cada 2 semanas. Es una obra muy bonita, pero impresiona ver la pobreza y la delgadez de ciertas personas. La mayoría de los que vienen son mujeres y niñ@s, y te da un vuelco el corazón cuando algunos de ellos, bien por su corta edad, por su ancianidad, o porque son mujeres con un bebé a la espalda, cogen los 20 Kg de maíz y casi no pueden ni llevarlo (y algunos, por no decir muchos, no viven cerca). Viendo el panorama intenté echar una mano en lo único que podía hacer (pues ya lo tienen muy organizado) que es ayudarles a llevar los sacos hasta la puerta de la salida. Empecé con ilusión y una sonrisa, y poco a poco me fue cambiando la cara pensando en la absurdez que suponía que les llevará el saco hasta la puerta, que son escasos 200 metros, cuando ellos tienen que recorrer después 1 Km, o varios si son de alguna zona rural cercana. Me sentía bien y mal a la vez pensando que realmente ese gesto lo hacía por mí, para yo sentirme satisfecho, o bien colaborar en que la distribución del grano fuera más rápida, pero en cualquier caso a ellos no les hacía prácticamente nada. Algunas te lo agradecían pero no quiero ni pensar cómo llegarían a casa con ese pesazo a la espalda.
Le seguí dando vueltas el resto del día y lo extrapolé al año que estaré aquí. Evidentemente me siento bien haciéndolo, pero quiero pensar que he venido aquí porque la gente aquí tiene mucho potencial, que bien canalizado o con una buena educación puede hacer mucho, puede cambiar la sociedad etíope incrementando la clase media y haciendo que para la siguiente generación la educación también sea una prioridad… De todas maneras creo que es inevitable que yo me lleve mucho más de aquí y de la gente de aquí que lo que yo pueda aportar, con lo cual siempre se me va a quedar la sensación que lo hago más por mí que por ellos.
Después de la rayada mental del sábado (con comida con el señor obispo de nuevo, que ya somos casi colegas, jeje) el domingo se presentaba interesante, con la visita al lago Langano, el único, o de los pocos lagos, donde te puedes bañar en Etiopía (de hecho hay lanchas, canoas, etc) y que está a menos de una hora de Zway. Es precioso, con un tono rojizo, enorme, con las montañas que delimitan el Rift al otro lado, con muchos pájaros, como siempre. Estuvimos en un resort, que lo tiene todo muy bien cuidado, ya que teníamos enchufe. El dueño conoce a las monjas y les cede una tiendecita en el resort para vender la ropa que se hace en el módulo de moda, y que a su vez sirve para financiar la escuela. Imaginarse la estampa con 11 niños de entre 2 y 3 años, corriendo, llorando, jugando en los columpios, bañándose los que se atrevían… divertidísimo. Éramos 12 adultos, tocábamos a uno cada uno, y aun así a veces se revolvían. Obviamente tras la paliza que nos hemos dado toda la mañana-tarde, la vuelta en coche ha implicado que todos se hayan quedado dormidos.

Da mucha pena que se vayan estos angelitos, que le dan mucha vida a la misión, pero quizá sea mejor para ellos. Lo ideal sería que se pudieran criar en su entorno, con familiares o al menos con una familia etíope, pero es tarea muy difícil. No obstante, hay muchos orfanatos con niños huérfanos pero que no son para adopción. Los crían aquí, con las costumbres locales, y su familia son los cuidadores y el resto de niños, y esto no tiene por qué ser malo. Si es como en la misión, los niños tienen muchas personas que los cuidan y los quieren, aunque no sea el tradicional padre y madre, y estos niños se sienten en su casa. Supongo que dependerá también de quién los adopte, pero es una pena que se desvinculen de sus raíces, eso es cierto, y nunca lo había visto tan claro como lo estoy viendo ahora que vivo aquí.

2 comentarios:

  1. Tus compis te echamos de menos y te deseamos que pases unas zwayeñas fiestas de navidad Foto Navideña

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  2. Y habéis mirado bien que no haya cocodrilos en ese lago?
    En cuanto a quién beneficia lo que hacéis, yo creo que ambas partes ganan, y muchas pequeñas cosas suman una muy grande, eso es lo que tienes que pensar. Y si no hubiera gente como vosotros en estos países tan necesitados no tendrían ninguna posibilidad de mejorar y vosotros se la estáis dando.
    Un beso y Feliz Navidad

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