lunes, 28 de noviembre de 2011

27/11/2011 Primeros pasos fuera de la misión … solo … tampoco es para tanto, que exageradas son las monjas

Hoy he ido con Sister Candi (la madre superiora) a misa. Ya me han avisado que en el mejor de los casos la misa es una hora y media, o en el peor hasta 2 horas y media (si es el cura etíope), pero que no me voy a aburrir, aunque sea en amárico.

Cuando llego los hombres ya están rezando, leyendo algún pasaje de la Biblia (supongo) pero cantado como los curas de antiguamente, y veo como se va preparando el coro, con un teclado eléctrico y todo. Antes de que entre el cura ya empieza la musiquilla, con ritmos muy movidos, que no se sabe muy bien si es el carnaval o una misa… me encanta, y el coro canta genial. Se ponen a dar palmas y seguimos todos el ritmo, hasta los peques de 3 años siguen el ritmo (está claro que son más avanzados en eso que muchos blancos). A los 15 minutos, la luz se ha ido, otra vez, así que el cura se ha adelantado y ha gritado un poco más, y en el coro han dejado el teclado a un lado para sustituirlo por percusión con un cajón… muy buenos también. Casi al final de la misa la versión junior del coro han cantado una canción y también ha sido muy bonito, aunque después el toque negativo ha sido el ataque epiléptico que le ha dado a una mujer, a la cual han tenido que sacar en brazos y se la han llevado al médico (creo que una vez que se la han llevado ya estaba mejor).

En un arranque de “no pienso seguir sin salir de la misión” decidí aventurarme discretamente y rodear toda la manzana. No ha sido para tanto, la verdad. Las calles, de tierra, con bastante gente, y con accesos a las casas o a los patios, delimitados por unos cuantos palos, mostraban a gente haciendo sus labores, niños curiosos que se acercaban corriendo con sonrisa de oreja a oreja gritando “faranji”, que viene siendo extranjero (pero que viene de francés, no de foreign), y con ganas de jugar. Por la calle saludaba a algunas personas que me miraban y todo el mundo sonríe y saluda de vuelta, que majos, igualito que los belgas de mi empresa, que ni te miraban cuando te cruzabas con ellos por el pasillo … en fin, no comments.

Al volver me he encontrado con uno de los voluntarios que lleva más tiempo y nos hemos ido a dar una vuelta para que conociera la ciudad, aunque nos hemos encontrado un perro recién nacido a la entrada y lo hemos metido a la misión (a ver qué cara pone la monja cuando se entere). Por la calle no nos han acosado demasiado, aunque para no variar, todo el mundo se queda mirando porque por mucho que me intente convertir a café, para ellos sigo siendo leche con un poco de café, y se me diferencia a kilómetros.

Cuando hemos llegado a comer, sorpresa, comemos en el jardín los domingos, con las novicias, y con los peques huérfanos, que te los comes de los guapos que son. Todos comen solos (mas o menos, porque a alguno se le ha caído la mitad de la comida en el suelo), incluso los mas peques de 2 años, y 3 o 4 se han quedado dormidos antes de terminar de comer. Los que han sobrevivido despiertos han jugado y han ayudado a recoger. Tras jugar un ratito con los peques, he visto que las novicias y las monjas se disponían a hacer algo (e implicaba el uso de una especie de yembé, así que parecía interesante). Han hecho una miniprocesión para llevar una estatua de una virgen de la parte de oración de las monjas, a la casa de las novicias, así que me he ido con los niños y con otra monja siguiendo los canticos (aquí cualquier excusa es buena para hacer una fiestecilla y cantar).

Por la tarde, tras trabajar un poquillo, me he ido a dar otra vuelta por donde juegan los chavales, pues le había dicho a Gose (o Gosasy, como le he visto escrito hoy en su camiseta) que iría. Jugaba a futbol, así que le he acompañado al campo, y me he sentado en la sombra. Una vez más, un puntito blanco en un extremo, rezagado (o sea yo), llama mucho la atención sobre todo a los niños, así que no tardo en estar acompañado. Viene primero una niña, con muchos mocos y ropa muy sucia, como aquí casi todos los niños, con muy buena intención y una curiosidad una vez más por los pelos de mi brazo y por las venillas que se me notaban, que a ellos no se les ve, claro. Al sacar mis notas para preguntarle como se llamaba, han ido viniendo en tropel diferentes niños, y me ha terminado uno de ellos escribiendo en amárico todos los números, y después hemos empezado a aprender vocabulario (amárico-inglés). Tengo muuuuuucho que estudiar.

Al final del partido, del cual no me he enterado, ha venido Gose a saludarme y al preguntarle qué tal el partido, y ver que no le había hecho mucho caso se ha rebotado un poquito, pero tras un rato ha vuelto, ha visto lo que había aprendido, y se ha ido. Creo que no le ha hecho mucha gracia que aprendiera con otros, o bien, que puede que piense que sólo voy por aprender amárico, que también me interesa, pero es en general, con estar con ellos, y ellos te envuelven.

De vuelta a casa me quedo un rato mirando cómo terminan de jugar las niñas en el patio del kindergarden de las monjas, y veo como hacen filas para que recen y les cuenten cosas de cómo portarse, es decir, medio civismo, medio evangelización. De nuevo sentimientos encontrados, aunque hemos de decir que aquí la gente no concibe que no puedas creer en nada. Son muy respetuosos con las diferentes religiones, pero no entienden el ateísmo, así que creo que da un poco igual si son Católicos, Protestantes, Musulmanes, … siempre va a haber algo. Antes de irme, las novicias me piden ayuda para traer pan, y les damos un bollito a toooooooodas las niñas que han estado jugando por la tarde hasta el final. Traduciendo, refuerzo positivo con juegos, rezo, refuerzo positivo con pan … como para no se católico.

Cuando vuelvo a casa, y tras trabajar un poquillo más, vuelven los chicos de Addis Abeba y me cuentan historias varias, algunas un tanto espeluznantes como que a una amiga suya, al ir en un minibús en el que arriba había ovejas, de repente empezó a notar una lluvia de mierda y pis, o cuando en otro minibús, una señora le estuvo restregando toooodo el viaje por el brazo el culo de su gallina … cada vez tengo más ganas de ir en minibús, jajaja.

Mañana mi primer día de clases. Estoy un poco nervioso, pero espero hacerlo bien y que los alumnos me apoyen un poquito.

2 comentarios:

  1. Mucho ánimo, ¡¡¡Mr. Rivero!!!! Ya sabes tu entras escribes el nombre en la pizarra a su defecto el suelo :) y sigues con esa sonrisa. Besos

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  2. Hola Diego, me encanta tu blog y me gusta esa ilusión que se te nota. Una cosita, qué significa: por mucho que me intente convertir a café? te echas colorete cada mañana? je, je
    Un beso grande desde Madrid (María Cobo)

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