lunes, 28 de noviembre de 2011

26/11/2011 Segundo día, más tranquilo pero más solitario

Este segundo día estuvo bien, aunque algo solitario pues de los 4 voluntarios que hay dos están en Addis Abeba, el otro ha desaparecido en combate (que luego me he enterado que estaba en el College haciendo cosas) así que desayuno solo, mañana solo, y tarde solo.

Por la mañana he estado en la biblioteca, mirando unas cosillas, y un ratito en internet (parece que no puedo vivir sin ello, aunque a partir de ahora, parece seguro que no voy a tener acceso los fines de semana pues a las monjas parece que no les hace mucha gracia que estemos pululando por el College en fin de semana).

A las 12.30h se come, y una vez más la comida está exquisita (encima hoy Sor Anita, una monja india que cocina que te mueres) ha hecho pan con nata y lo hemos comido reciente. Hoy le he echado valor y he comido una especie de crepes (que tienen un toque ácido/amargo) llamadas injera, que está asqueroso solo, pero si lo mezclas con la pasta que te pongan (de garbanzos o algo similar, y generalmente picante) no está mal.

Por la tarde al ir al College para estar con el otro voluntario y ayudar, o al menos tener internet, me han dicho que se había ido … ¿por qué? Porque se ha ido la luz y por tanto yo tampoco podía hacer mucho porque la batería del portátil drena rápidamente … en estos momentos un Mac o un netbook me vendría mejor. El tema de la luz es normal, la cortan o se corta de vez en cuando, y si no es muy necesario, las monjas no encienden el generador, así que hemos estado 5 horas sin luz y yo he decidido dar una vuelta por la misión, hasta la zona de los salesianos, donde toda la juventud (entre 4 y 25 años, aprox) está jugando a diferentes deportes … que deportista es esta gente, mucho futbol y algo de vóley y baloncesto. Al sentarme por ahí, he llamado tanto la atención, pues soy el único blanco, que los niños se van acercando para investigar (sólo les ha faltado picarme con un palo para ver cómo reacciono). La verdad es que son un encanto, ha habido desde un niño lleno de arena y barro hasta arriba con unos mocos que eran más grandes que él, hasta uno más mayor, de 16 años, llamado Gose, con el que he estado hablando un buen rato y me ha enseñado a pronunciar unas cuantas cosillas en amárico (estoy estudiando, a ver si en un mes o dos les entiendo algo cuando me hablan). Otro destacado ha sido el que me ha repetido 300 veces que le gusta el futbol, y que le podía llamar Fábregas, jaja, que cachondo … El caso es que le llamaré así porque los nombres de esta gente no consigo memorizarlos, y es que encima casi no hay ninguno que se repite, porque a muchos les ponen nombres comunes, como “Lluvia” o “Invitado”, por cosas que pasaron al nacer, me explico:

- Lluvia: este hombrecillo que me encontré en Addis Abeba, se llama así porque nació en época seca pero justo ese día llovió un poco;

- Invitado: por lo visto este nació en casa de unos vecinos, porque no les dio tiempo a ir al médico y se tuvo que quedar en casa de unos conocidos a mitad de camino, así que es el eterno invitado.

Bueno, así como destacado, simplemente que cuando estaba con los niños, de repente se para todo el mundo, no sabiendo por qué, y se van a las gradas del campo de futbol y algunos sentados en el suelo, y los mayores comienzan a explicarles algo así como que no hay que pelearse y hay que portarse bien (esto me lo ha dicho “Gose”, y me lo tendré que creer) y luego han rezado. Luego me he enterado que era la hora de rezar, y punto, y todo el mundo lo hace (por lo visto en Etiopía solo hay un 0.2% de católicos, pero aquí creo que hay una gran mayoría).

Otra anécdota graciosa con los niños, que son muy graciosos y están todo el rato de broma y riéndose (a veces de mí), es cuando me tocaban los pelos del brazo, porque ellos no tienen y les hace gracia, cuando me tocaban el reloj (con tentaciones de llevárselo, me temo) diciendo que si era de oro (teniendo en cuenta que ni siquiera es dorado), o ya para rematar cuando me tocaron el pecho (que ya sabéis que tengo un poco de más) y empieza el niño, ¡meat, meat! (o sea, ¡carne, carne!), jajajaja, ahí casi me parto, no tengo muy claro si lo decían en plan que tenía músculo, o que era como una mujer, jajaja, en cualquier caso nos hemos reído todos.

Ya cuando he vuelto, he intentado hacerme un invento para la ducha, que aunque tiene alcachofa, sale el agua por la junta para todos los lados y mojaba más la pared que a mí … en fín, que he recortado un poco una botella de agua y ahora al menos cae para abajo //añadiré documento gráfico en cuanto me sea posible//.

El resto de la tarde noche ha sido seguir mirando cosillas del curso y cenar (una especie de pan con carne picada dentro, o sea, una hamburguesa, pero hecha en bloque y mucho más rica que cualquiera de las que he podido encontrar en España).

Como se puede ver, no he hecho mucho hoy, pero como las 4 cosas que he hecho son tan diferentes de lo que pueda hacer en Europa, pues aquí queda el día de hoy.

Mañana … misa de 4 horacas en amárico, ¿sobreviviré?, lo sabremos en el próximo episodio.

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