domingo, 22 de abril de 2012

15/04/2012 || Sin azúcar no hay té


Aunque estamos en Semana Santa (una semana retrasados respecto al resto del mundo), no lo voy a contar ahora y lo dejaré para la siguiente ocasión, pues voy algo retrasado compartiendo mis vivencias...


En primer lugar quiero hablar de la lluvia, pues me hace especial ilusión ya que antes de volver a España prácticamente no la había visto por aquí y porque nunca había experimentado una lluvia tan intensa. Puede estar prácticamente todo el día haciendo bueno, y como si fuera bochorno, al final del día empieza a caer un chaparrón que con sólo dos segundos estás completamente calado.

Lo interesante es por la noche, cuando estás en la habitación, justo debajo del tejado de “Uralita” (no sé cómo llamarlo en genérico), y oyes cómo la tromba de agua genera diferentes sonidos dependiendo de la intensidad. Un amigo de Costa Rica ya me había comentado esto, pues allí también tienen el tejado así, pero cuando me decía que era una gozada no me lo terminaba de creer (pensaba que sería un poco molesto). Pues es cierto que es un sonido interesante. Cuando la lluvia es fuerte el sonido es similar a estar en una de esas cuevas que se forman en el interior de una cascada. Varios días me he quedado dormido apaciblemente con este sonido (mucho mejor que el sonido de las ratas caminando por el tejado, dónde va a parar). Los días en que la lluvia es más intensa, el sonido cambia y parece que estuvieras literalmente debajo de la cascada y todo el agua te estuviera cayendo encima. Me encanta cuando llueve fuera y tu estás dentro de algún sitio cubierto y calentito, notando la humedad pero protegido (no tengo muy claro si los que tienen casas más modestas pueden decir lo mismo… también he estado meditando esa parte, porque seguro que muchos tienen goteras importantes). También he de decir que me gustan las tormentas, pues supongo que a alguien que no le guste, lluvia torrencial acompañada de truenos y relámpagos, por muy bonito que lo pinte, no será agradable. De hecho hubo una noche que paró de llover, y empezó de nuevo, tan de repente y tan intenso, que pareció un golpe en el tejado, y todos nos despertamos con el estruendo.


Otra cosa de que me he cuestionado estos días (un poco a raíz de la lluvia) es el tema del alcantarillado. Obviamente ya me había fijado previamente que no existe, pero no me había parado a pensar en las consecuencias de ello. 

Ya uno se había percatado de que parte de los desechos se queman, y por ello ves pequeñas hogueras de vez en cuando en medio de la calle, pero por ejemplo el tema de los baños, no me había parado a reflexionar… (si alguien está comiendo, que deje la lectura para otro momento)… el tema es que por lo visto aquí se lleva el pozo negro (fosa aséptica), en aquellas edificaciones supongo un poco más modernas, el cual se llena de vez en cuando. Aquí dentro de nuestro recinto, en los baños del College, me han comentado que viene un camión, mete mangerazo, y a vaciar, y así hasta la siguiente vez… sé que es un tanto escatológico pero hay que hablar de todo (no va a ser todo viajecitos y paisajes idílicos). 

En las calles, lo único que te encuentras son unas profundas canalizaciones, cerca de los caminos nuevos y la carretera principal, porque en la época de lluvia cae muchísima agua y si no inundaría las vías. Como anécdota curiosa, mientras no es época de lluvia, puede darse el caso de pasear tranquilamente, y encontrarte dentro de estas canalizaciones, en alguna zona un poco más reservada (como debajo de un puentecillo) a algún hombre en plena ejecución, “dando lo mejor de sí mismo”, y acto seguido subiéndose los pantalones… así que ya sabemos para qué más sirven esas canalizaciones.


Hablando de algo un poco más profesional, que es a lo que he venido, varias cosillas respecto a las clases:

-        Detalle que me ha sorprendido (quizá para generaciones anteriores a la mía no sea algo tan novedoso), es el tema de limpiar la pizarra. Llego un día a la clase por la noche, donde la mayoría son de mi edad o mayores, y uno de los profesores del colegio de primaria me estaba limpiando la pizarra. Le dije que muchas gracias pero que no era necesario, y me dijo que aquí era normal. Por lo visto es más normal en los colegios, como símbolo de respeto al profesor (aquí las manzanas no se estilan) y que como a él se lo hacen sus alumnos, él también lo hacía conmigo. Como broma, se lo comenté a los del grupo de la mañana, y les pregunté que si ellos no me tenían respeto, jajajaja, me reí en cuanto lo dije, pero no sé si se lo tomaron en serio, porque desde aquel día a veces limpian la pizarra, aunque les he repetido que no hace falta (controlaré más mis bromas en inglés, aunque creo que sí lo entendieron).

-        Otro caso ha sido el de aumentar el número de fotocopias. Anteriormente, cuando daba algunas copias en papel con las presentaciones de clase, lo hacía para reducir el número de hojas (y así tenían que hacer menos fotocopias). Algunos alumnos me han pedido que aunque sean más copias  que quieren la letra más grande. Ante esta propuesta, dos alumnos de por la noche (los que también estudian por la mañana y no tienen mucho dinero) pusieron una cara de terror, así que decidí llegar a un acuerdo con toda la clase. Fue bien, y ahora los que trabajan se harán sus fotocopias y puedo darles otras copias directamente a los que no tienen muchos recursos sin ningún reparo (hablando se entiende la gente).

-     Para concluir el tema académico, se avecinan los exámenes de recuperación, y sólo quiero destacar la tontería de hacer los exámenes de recuperación tan sólo a los que han sacado menos de un 2 (se supone que el resto pueden compensar con otras asignaturas), pero además en menos de un mes respecto al otro examen. Que digo yo, que si han sacado menos de un 2, generalmente porque prácticamente ni escriben en el examen, no creo que vaya a cambiar demasiado la cosa, y los que han sacado un 2.5 lo tienen chungo para compensar con otras asignaturas y se tendrán que matricular al año siguiente de nuevo. Veremos el resultado, pero no creo que difiera mucho respecto a las notas anteriores.


Otro detalle curioso que ha acontecido en estos días ha sido la ausencia de azúcar. Sí, sí, así tal cual, no hay casi azúcar, bueno, puntualizo, no hay azúcar para los habitantes de Etiopía. Explico un poco más el hecho para que se vea la absurdez: Etiopía tiene una gran producción de azúcar, tanto que es un producto que exportan. Lo curioso es que el azúcar que se consume aquí en parte es importado. Ahora, han cerrado las importaciones, pero se sigue exportando prácticamente todo el azúcar que se produce. Conclusión, hay mucho azúcar, pero no para la gente de aquí. Por lo visto esto pasa de vez en cuando, el año pasado también pasó, pero cuando ocurrió hace unos años estuvieron 6 meses sin azúcar prácticamente, y la que se encontraba a precios desorbitados, que sólo los ricos pueden permitírselo (y teniendo en cuenta que aquí toman el azúcar como si fuera agua, con el café y con el té sobre todo, pero muy altas cantidades, podemos considerarlo un bien básico). Cuando me lo contaba uno de los profesores me decía que no podían preparar el té con sal, así que como no hay azúcar, en la cafetería del College no hay té (vamos que no tienes opción de tomártelo sin azúcar). El café con sal lo utilizan a veces como remedio para el dolor de cabeza (no necesariamente para la resaca, como alguien estará pensando), y por lo visto en los poblados es algo más común, pues no disponen de azúcar habitualmente, pero hasta que no sea imprescindible creo que seguirán esperando. 

Lo que también había visto antes por la calle (que creo que no lo he comentado), es gente vendiendo trozos de caña de azúcar. La llevan en una carretilla, le pides un cacho, te lo corta y a chupar directamente. Últimamente no he visto muchos por la calle, pero me fijaré si siguen vendiéndolo ahora. 

Me pregunto, qué pasaría si en España o cualquier otro país desarrollado faltara un bien básico ¿qué haríamos? ¿manifestarnos? ¿ir a los países cercanos e importarlo o hacer contrabando? Normalmente no nos enfrentamos a este tipo de problema, siempre hay de todo, más caro o más barato, pero ahí está. 

Detalle importante en esta situación es que como gesto de “buena fe” (pues el gobierno ha sido el que ha tomado esta decisión por cuestiones económicas), el gobierno ha comprado parte de la producción para gestionarlo, pero está completamente prohibido venderlo luego, sólo para uso personal (creo que 2 Kg por familia). He de decir que a nivel práctico no se está llevando muy bien el tema, pues por lo visto hay que escribir una carta para solicitarlo (al menos si eres una entidad grande), y las hermanas ya llevan escritas tres, pues parece que se extravían o algo así, y aun no han recibido respuesta. Las hermanas tienen aún una pequeña reserva, pero no como para ofrecer a todo la gente que viene a estudiar aquí. Por su parte, en el orfanato de Meki, nos han comentado que lo han solicitado de manera reiterada (pues son 35 niños los que viven allí) y han pasado un poco de ellos. Ya comentaré si hay consecuencias importantes al respecto.


Cambiando de tercio, Audrey (la voluntaria canadiense) ya se ha ido, y la echaremos mucho de menos, pero en estos días ha venido una voluntaria nueva, por tres semanas. Es de origen argelino, criada en Francia, pero lleva casi toda su vida en Italia. Tiene 65 años y no habla prácticamente inglés, así que esto me está sirviendo para ejercitar un poco mi francés, que lo tengo un poco oxidado (en unos meses he perdido mucho). Esta mujer, me ha contado que estuvo muy enferma, a punto de morir, y estuvo un año en silla de ruedas. Ahora, tiene mucha ilusión por la vida, y aunque no puede hacer muchas tareas físicas aquí, como he dicho anteriormente, cada uno aporta lo que puede, y creo que parte de la labor de ella, va a ser mostrar y compartir las fotos que está haciendo y transmitir lo que ha visto aquí, para que la gente compruebe que realmente se hacen cosas, que es posible ayudar, que la gente lo pasa mal pero sale adelante y que tienen motivaciones. Evidentemente, aquí estamos en unas condiciones excelentes, no en todos los sitios es así, pero desde luego, los proyectos de desarrollo quizá son más asequibles para la mayoría de la gente (aunque mejor si hablan inglés), que un proyecto de emergencia, en el que sinceramente, creo que yo no sería capaz de trabajar. Ese sí es un trabajo duro y creo que hay que ser muy valiente y tener una gran capacidad de asimilar situaciones difíciles y supongo que comerte los sentimientos en muchas ocasiones.


Para terminar, tuvimos de nuevo Lem-Lem el fin de semana pasado. Recuerdo que Lem-Lem es la entrega de un paquete especial a los niños apadrinados, esta vez con la ocasión de la Pascua, que por cierto aquí es la fiesta más grande para los cristianos. Se les repartió como otras veces, cuadernos, bolígrafos y lápices, jabón, y esta vez maíz y un juguete. 20 Kg de maíz a cada uno, que intenté ayudar a cargar hasta la puerta, donde espero que sus padres o alguien con más fuerza pudiera transportarlo (yo desde luego no soy tan capacitado como ellos y terminé reventado). Pero por mucho maíz que tengan, lo que más ilusión les hizo a los niños fue el juguete, camiones para los niños y muñeca para las niñas. Tras ese día, he visto a varios niños con los juguetes por la calle y se los ve contentos con su regalito. Aquí no es muy normal tener juguetes, y de hecho me han comentado que incluso a las chicas mayores les hace ilusión tener una muñeca pues nunca disfrutaron de una de pequeñas.

Los juguetes que se repartieron eran nuevos, supongo que donados por la misma empresa que los hace, o comprados por las monjas o por algún donante, pero hay algunas campañas para recolectar juguetes, sobre todo en Navidades, y creo que es una opción muy sencilla y que puede hacer sonreír a muchos niños que normalmente no los tienen.  Como referencia puedo decir que he visto cajas de “Un juguete, una ilusión” por aquí, así que confirmo que llegan, y también confirmo que para ellos:

“un juguete” = “una ilusión”

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